JUSTICIA: UN BANCO ROJO PARA VISIBILIZAR LOS FEMICIDIOS
En el marco de las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer, la Oficina de la Mujer y Violencia Doméstica, dependiente del Superior Tribunal de Justicia, pintó un banco rojo en el Centro Judicial de Santa Rosa.
El banco rojo es un ícono mundial como lugar de visibilización de las mujeres asesinadas por quienes decían que las amaban y el primero fue colocado en Lomello, una pequeña localidad de la región italiana de Lombardía.
El personal de la OMyVD, encabezado por su responsable, Marien Cazenave, fue el responsable de la ornamentación y pintura de uno de los bancos ubicados en la plaza seca del Centro Judicial, sobre la avenida Uruguay; y para ello contaron con la colaboración de la Biblioteca del Poder Judicial.
Esta iniciativa, que contó con el respaldo del STJ, formó parte de otra serie de actividades por el Día Internacional de la Mujer, como la presentación del libro “Cuadernos de Doctrina Judicial, edición especial: Género y Diversidades”; una muestra fotográfica de mujeres destacadas de la historia; y la disertación de la abogada y jefa de operaciones para Colombia, Panamá y Ecuador del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), Luz Yadira Galeano Saavedra.
Cazenave señaló que “la función principal de la Oficina, en sintonía con la ley nacional 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales, es arbitrar los medios para garantizarle a las víctimas la contención, el asesoramiento y el resguardo de todos sus derechos frente a la violencia que puedan sufrir y además para prevenir ese tipo de situaciones”.
Cuando La Pampa creó la OMyVD fue la quinta provincia en hacerlo, a lo que hay que agregar que el año pasado, por intermedio de un acuerdo del Superior Tribunal, aprobó un novedoso un Protocolo de intervención ante situaciones de violencia de género en el ámbito laboral del Poder Judicial, que prevé –entre otras acciones– el otorgamiento de licencias especiales para las víctimas, la adopción de medidas urgentes para protegerlas y la confidencialidad de las actuaciones.
De acuerdo a organismos oficiales y organizaciones no gubernamentales, el año pasado hubo una muerte violenta de mujer cada 29 horas.